Ante los ojos del mundo se va a consumar la estafa (que no va a engañar a nadie) del verdadero promotor del golpe de estado en Honduras. Estas elecciones espúreas, verdadera puñalada trapera a la democracia, por fin quitará la máscara a ese señor que hoy se sienta en la taza blanca. Mas, el pueblo de Honduras todavía no ha dicho la última palabra...
No quiero comentar mucho. Parece que los EE.UU. se preparan para "santificar" la falsa de elecciones en Honduras y legitimar el golpe de estado. Estamos presenciando una de las maniobras más infames del imperio. Despues de esto, ¿se atreverán a seguirse proclamando como campeones de la libertad y la democracia? ¿Pensarán que los pueblos latinoamericanos estamos constituidos por "mongos", con el perdón de esos habitantes del planeta perdido de Flash Gordon?. Ojo, mucho ojo que esa movida hay que denunciarla con todos los "hierros".
Hoy en Honduras puede suceder lo peor. A la junta militar fascista y su vocero "civil", Goriletti, cegados por el odio y la ambición, les pueden fallar los nervios y ejecutar un magnicidio en la persona de Manuel Zelaya, el legítimo presidente, quien valientemente se introdujo en tierra hondureña con intenciones de gestionar un proceso de paz y reconciliación pero ahora se encuentra acosado y amenazado de muerte en la sede de la embajada de Brasil en Tegucigalpa. Creo que el mundo entero se ha dado cuenta de ese peligro. Esos militares bestiales, que no se han detenido en asesinar a manifestantes pacíficos; y que ya abrieron los estadios deportivos, al igual que hizo Pinochet en Chile, para detener y torturar a cientos de hondureños, están llenos de una soberbia y prepotencia tal, que pueden cometer cualquier barbaridad. ¡Hay que intensificar la Solidaridad con el hermano pueblo hondureño!
¡Ah, Cheney, Cheney! Este soberbio personaje, exvicepresidente durante el mandato de Bush debiera por pudor mantener su bocaza callada. Pero es que los políticos yanquis se sienten todopoderosos, inmunes, intocables. Solo así se entiende que por dos ocasiones, en declaraciones públicas, este señor se atreviera a defender las formas de torturas (y por ende las cárceles secretas, las desapariciones, etc) implantadas por Bush y él en su declarada "Guerra contra el terrorismo" que les ha servido para todo, menos para acabar con los terroristas. Ellos fueron los autores intelectuales de semejante y desprestigiada política, de verdadero terrorismo de estado que los convirtió en criminales de guerra. No me quiero imaginar el mundo después del 2012, porque este señor ha anunciado su intención de postularse para la presidencia de los Estados Unidos... Y como ni la prensa ni casi nadie en aquel país le ha dado una contundente respuesta a sus fascistas declaraciones... tiene posibilidades, quien lo duda, de ser elegido con el beneplácito de la ultraderecha revanchista.
Acuérdate de Abril, recuerda, clama el
músico-poeta en un encendido verso de su antológica canción y precisamente por estos días del cuarto mes del año, se impone recordar
un acontecimiento del que se cumple su 48 aniversario: la invasion a Cuba por
fuerzas mercenarias, al servicio del imperio yanqui, por las arenas de la
sureña playa Girón en la actual provincia de Matanzas y que los norteamericanos
denominan la batalla de Bahía de Cochinos y si se viene a ver el nombrecito es
bastante adecuado, porque por allí desembarcaron sus cochinos agentes con la
pretensión de crear una cabeza de playa que permitiera el asentamiento de un
gobierno provisional que inmediatamente pediría ayuda a los marines, expertos
en la ocupación de tierras ajenas, con el propósito de derrotar a la Revolución
cubana. . Como se sabe, el tiro les salió por la culota y en menos de 72 horas
aquellos bizarros mercenarios fueron derrotados, y se frustró el plan
cuidadosamente elaborado por la CIA. El padrecito Kennedy reconoció la
derrota; volaron cabezas en Langley y por primera vez en la historia el
imperialismo norteamericano obtuvo una duro revés en Latinoamérica. Alrededor
de aquel hecho histórico se tejieron miles de anécdotas, pero vale la pena
recordar algo que habla bien alto de la ética y el pundonor de nuestros
milicianos y soldados de las FAR: ni un solo mercenario de los hechos
prisioneros fue golpeado o humillado; a todos se les celebró un juicio justo y
sus heridos fueron atendidos y curados al igual que nuestros combatientes. Esos
miembros de la Brigada 2506 del ejército de la CIA, merecían la máxima condena
por traidores a la Patria y por haber sembrado de luto y dolor a cientos de
familias cubanas. Y sin embargo nuestra revolución, a la que tanto acusan desde
entonces y ahora de ser violatoria de derechos humanos, fue sumamente generosa
canjeando de manera casi simbólica a aquellos mercenarios
¡por compotas para
nuestros niños! ¡Ah!, y durante las sesiones del juicio muchos de aquellos esbirros,
tratando de justificar su presencia en las filas enemigas, esgrimían el
argumento de que ellos vinieron como cocineros de las unidades militares de la
2506, o como capellanes, todo menos soldados que venían a asesinar. Desde
entonces, cada vez que nos recordamos de aquellos sucesos, no podemos dejar de
reírnos
ver a tantos cocineros juntos echando un patín ante la candela de
nuestros hierros los estigmatizó para siempre.
