¡Cuánto odio y deseos de venganza! Ni a Gerardo ni a René se les ha podido probar las graves acusaciones de espionaje o conspiración para atentar contra vidas de ciudadanos estadounidenses. Ni a los otros tres cubanos prisioneros en las cárceles del imperio por otras falsas acusaciones. La fiscalía que actuó contra ellos se burló del sistema judicial de esa nación por la insuficiencia de las pruebas presentadas, además de una conducta impropia e indecente. Nunca se debió juzgar a los Cinco en Miami. la república bananera de la Florida, sojuzgada por la mafia anticubana, que manipuló a su antojo a la prensa, a los entresijos del sistema judicial y a la comunidad de cubanos que residen allí, durante la realización del proceso. No tuvieron un juicio justo, con un jurado imparcial
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