Los aprovechados de siempre
Una de las lacras que permea el proyecto social cubano es sin dudas, la vagancia y sus acompañantes: la desidia y la apatía. Este tipo de ciudadano no aporta nada a la sociedad y sí se aprovecha de todas las generosas ventajas legitimadas por la Revolución. Son sanguijuelas, verdaderos chupasangre molestos como mosquitos y aunque en ínfima minoría son caldo de cultivo para la quinta columna que el imperio intenta promover.
0 comentarios