LOS DRONES Y LA HIPOCRESÍA
Hace unos pocos días me detuve a pensar más seriamente en los comportamientos de nuestros congéneres. Así llegué a ciertas conclusiones, no definitivas, sobre lo contradictorios que somos nosotros, los seres humanos.Y cito solo un ejemplo: si nuestras conciencias repudian los hechos criminales, la violencia extrema de un asesinato y esos sucesos infames son condenados con rigor por las propias leyes concebidas por los humanos… ¿cómo es que millones de hombres pueden conducirse como criminales en los escenarios de guerras, con licencia para matar a los de su misma especie?Como individuos, si asesinamos a alguien en el marco de la sociedad civil, somos sentenciados a pagar esa culpa hasta de por vida, de acuerdo con las posibles agravantes. Pero si a ese mismo individuo le ponemos un uniforme militar y lo enviamos a la guerra y mata a quince, cien, doscientas personas, de acuerdo con el arma que utilice y la ocasión que lo propicie, puede ser que hasta reciba una medalla por tales hechos.Cuando crece en la sociedad el crimen y la violencia, los políticos se alarman y proponen y aprueban leyes más rigurosas. Sin embargo esos mismos políticos son los que envían a millones de hombres uniformados a desatar carnicerías increíbles en los campos de guerra.Y es tanto el fariseísmo actual que cuando se asesina a civiles inocentes se encubre bajo el manto de frases tales como “daños colaterales” y cada vez más se quiere inculcar en las mentes que son las “máquinas inteligentes”, los aviones no tripulados o drones (que no llevan pilotos humanos) los causantes de tales crímenes por errores de cálculo, etc. Se debieran fortalecer más los tribunales internacionales para condenar con rigor los crímenes de guerra. Pero todos sabemos que el mayor criminal, por su fuerza descomunal, por sus recursos y dominación tardará mucho tiempo en ser sentado en el banquillo de los acusados. Tras los drones se esconden hipócritas asesinos de guerra.
0 comentarios