VIVIR CON LAS FURIAS EN EL CARIBE
No había podido actualizar esta página como hubiese querido, por motivos obvios. Vivir en esta zona del mundo conlleva riesgos, que no por conocidos nos pueden dar nuevas sorpresas. Ya nuestros aborígenes conocían de ciertos fenómenos naturales, los "huracanes" ("hunraken" era el "dios de las tempestades" para ellos), de frecuencia en determinadas épocas del año, temidos desde entonces por las terribles devastaciones que provocaban y provocan. Nuestro país acaba de sufrir los efectos de dos tremendos ciclones, como también se les suele denominar: El Gustav y el Ike. Con apenas una semana de diferencia asolaron de tal manera a Cuba, que expertos señalan coincidentemente el parecido con una explosión nuclear pero sin víctimas humanas. Y la sorpresa que más arriba había señalado es que uno de ellos, el Ike, recorrió la geografía de la nación de oriente a occidente, por tierra y por mar provocando inusitados daños que provisionalmente se cuantifican en el orden de los 5 000 millones de dólares. Afortunadamente Cuba cuenta con una Defensa Civil con una maquinaria tan bien engrasada, que evitó nuevamente pérdidas elevadas de vidas humanas, al revés de lo que acontece en otros países caribeños. Y como cubano no puedo dejar de sentirme orgulloso de pertenecer a este pueblo que ha dado muestras de nuevo, por estos días, de su tradicional solidaridad, unión y valentía ante tan tamaña adversidad. Algunas de las caricaturas siguientes las había realizado antes del paso de los dos fenómenos atmosféricos, ya que pensaba tratar el tema porque en septiembre estamos en plena temporada ciclónica.
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